La Reserva de la Biósfera de Wadi Mujib, llamada así por la UNESCO desde 2011, es la reserva natural más profunda del mundo, pues llega hasta los 400 m bajo el nivel del mar y es un extraordinario escenario cercano al Mar Muerto con cientos de especies de aves y animales (como el gato caracal) que fueron los que lo llevaron a ser reserva natural, y donde los amantes de la naturaleza, deportistas y todo aquel que quiera vivir algo nuevo encuentran una excelente opción de ecoturismo y aventura.

Esta reserva se sitúa en el profundo cañón de Wadi Mujib, se extiende hasta las montañas de Karak y Mádaba y se adentra hasta el Mar Muerto. El hermoso cañón (siq) atraviesa el valle en un sendero de piedra caliza de colores rosa, rojo y beige que se asemejan al siq que encamina a las puertas del Tesoro en Petra, pero con la peculiaridad de ser atravesado por un río de caudal mediano y bajo, con piscinas de poca profundidad y cascadas que a lo largo del río terminan en una caída espectacular, lo que da a los visitantes diferentes ambientes y posibilidades de disfrute a cada paso.

Para gozar de Wadi Mujib no es necesario tener una excelente condición física sino ganas de divertirse, darse una empapada en alguna de las piscinas naturales, subir y bajar caídas de agua que se crean en el camino o hasta hacer rapel en una cascada de 20 metros. Lo más recomendable es contratar un guía que conozca bien cada tramo y auxilie en cada momento de esta aventura que, seguramente, será una excelente sorpresa en tu viaje a Jordania.